viernes, 7 de octubre de 2016

DEPENDER TOTALMENTE DE DIOS.




2 SAMUEL 22:21 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

22:22 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.

22:23 Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos.

22:24 Fui recto para con él, Y me he guardado de mi maldad;

22:25 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

22:26 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.

22:27 Limpio te mostrarás para con el limpio, Y rígido serás para con el perverso.

22:28 Porque tú salvas al pueblo afligido, Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.

22:29 Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas.

22:30 Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.

22:31 En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan.

22:32 Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

22:33 Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino;

22:34 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;

22:35 Quien adiestra mis manos para la batalla, De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.

22:36 Me diste asimismo el escudo de tu salvación, Y tu benignidad me ha engrandecido.

22:37 Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.

22:38 Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré, Y no volveré hasta acabarlos.

22:39 Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten; Caerán debajo de mis pies.

22:40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí,

22:41 Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruyese a los que me aborrecen.

22:42 Clamaron, y no hubo quien los salvase; Aun a Jehová, mas no les oyó.

22:43 Como polvo de la tierra los molí; Como lodo de las calles los pisé y los trituré.

22:44 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá.

22:45 Los hijos de extraños se someterán a mí; Al oir de mí, me obedecerán.

22:46 Los extraños se debilitarán, Y saldrán temblando de sus encierros.

22:47 Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Dios de mi salvación.

22:48 El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí;

22:49 El que me libra de enemigos, Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí; Me libraste del varón violento.

22:50 Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre.

22:51 Él salva gloriosamente a su rey, Y usa de misericordia para con su ungido, A David y a su descendencia para siempre.
Bendito sea el nombre de Jesús, él es quien perdona todos nuestros pecados, él es quien pesa nuestras acciones, él es quien nos da fuerza cuando las necesitamos, él es quien nos libra del mal y pelea por nosotros, quien nos ciñe de poder nos hace pies de cierva, que escalemos y no nos resbalemos porque los pies de ciervas son diestros para escalar en las partes borrascosas, en las  más peligrosas sus pies se aferran a la piedras para no  caer, hasta llegar a los lugares altos. El, ilumina nuestras tinieblas para que nos apartemos de ella, él nos da nuevas fuerzas y nos remontamos como el águila para seguir nuestro vuelo hacia las alturas celestiales,¡¡¡gloria al señor!!! El adiestra nuestras manos, las enseña, las pule para la batalla, de modo que el arco de bronce se doble con nuestros brazos ¡¡¡¡aleluya!!!
  No estamos solo, el poderoso gigante va con nosotros, el poderoso de Israel se hace presente, el escucha nuestro clamor, desde su santo monte, él nos escucha, y sale presuroso a pelear por nosotros, porque es que nuestras angustias, pesares, problemas, estrés, el los llevo en la cruz del calvario y él nos hizo ¡libres!. Porque no aprendemos a depender de él, no hay otro mejor que el Dios de los cielos y de la tierra, no hay otro que salve y sane, no hay otro que nos ame tanto como el señor Jesucristo.
Dios está esperando que dependamos totalmente de él, que pongamos toda nuestra confianza en él, que le creamos, que no dudemos, que él sea el timón de nuestro barco, así como timoneó el barco de Noé, así también lleve nuestras almas a puerto seguro. El señor Jesús está esperando que nosotros depositemos toda nuestra confianza en él, que dependamos totalmente de él. cuanta bendición alcanzaríamos si dependiéramos de él, porque el sí sabe cómo marcar la trayectoria sin equivocarse, pero comenzamos a usar nuestras fuerzas y todo lo dañamos, todo se nos tuerce y empezamos como el pueblo de Israel a dar vueltas en el desierto, a caminar en círculo, y no nos damos cuenta que ya hemos pasado por el mismo lugar muchas veces, cuantos años demoro Israel dando vueltas, por no tener convicción de lo que creían, de quien los dirigía y pecaban y Dios los perdonaba y a la vuelta de nada otra vez se rebelaban contra Dios, no cumplían los estatutos, desobedientes, rebeldes, idolatras, contrarios a Dios. Hasta cuando estaremos así, porque no damos nuestro corazón al que todo lo puede a Jesucristo Dios y padre eterno ¡¡¡¡¡aleluya, él es quien perdona todos nuestros pecados y nos sacia de bien.es tiempo de creerle a Dios a su palabra, tener un cambio de actitud, Dios espera que hagamos lo posible para el hacer lo imposible. Él le dijo a marta quita la piedra, hay señor hiede ya porque es de cuatro día, Jesús sabía que el muerto hedía pero él no le estaba preguntando eso, él le estaba diciendo que quitara la piedra, algo que ella podía hacer pero marta estaba aferrada y vemos que cuando rodaron la piedra el autor de la vida actuó levantando a lázaro resucitándolo de entre los muertos. Acerquémonos a la piedra viva. Hagamos nuestro parte y Dios hará lo que a él le toca, preparemos el terreno para que Dios actué. Quita lo que te impide recibir la bendición de Dios, ¿qué puedes mejorar en tu vida? el carácter? la altanería? la altivez? la chocantería? el chisme? la mentira? el odio? la falta de perdón? el menosprecio? el poco me importa? la gritería? y muchas más.
Que impide que Dios se acerque a ti y te bendiga, y haga el milagro tan deseado. Examinémonos y estemos a cuenta con Dios, porque sin santidad nadie le vera y todas estas cosas manchan nuestra vida espiritual, ser mansos y humildes, mansos de corazón. Porque al corazón contrito y humillado no despreciaras tu oh Dios