martes, 22 de noviembre de 2016

EL ESPÍRITU QUE ESTA EN TI.

22/01/2016 - 615 am
EL ESPÍRITU QUE ESTA EN TI.

Nm11:1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.

11:2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.

11:3 Y llamó a aquel lugar Tabera ["incendio"], porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.

11:4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

11:5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;

11:6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

11:7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.

11:8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.

11:9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.

11:10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

11:11 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

11:12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: ¿Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?

11:13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.

11:14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

11:15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.

11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.

11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

11:18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.

11:19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,

11:20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

11:21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, ¡y comerán un mes entero!

11:22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?

11:23 Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.

11:24 Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo.

11:25 Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

11:26 Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.

11:27 Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.

11:28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.

11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.

11:30 Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel.

11:31 Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

11:32 Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento.

11:33 Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.

11:34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava ["tumbas de los codiciosos"], por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

11:35 De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó en Hazerot
cuando Dios nos toca, somos apartados para él, él nos cambia desde la coronilla hasta la punta del dedo gordo, y si nos dejamos moldear por el en nuestro carácter y temperamento entonces vamos hacer vasos útiles en sus manos para cualquier ministerio. Dios le dice a moisés Nm 11:16 reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. ¡que tú conoces que ya los tienes identificado! porque el pastor conoce a sus ovejas, que buscan de Dios, que son hombres preparados dispuestos a servir. Dios le dice a Moisés escógeme esos hombres que tú conoces, y yo los apruebo yo los inscribo, yo les pongo de mi espíritu y dos de ellos no vinieron al lugar que se le indico y Dios los confirmo, dándoles de su espíritu solo porque moisés los había escogido y a Josué en
Nm 11:28 no le agrado, entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.

11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. ¿Dios aprueba lo que el pastor o el hombre de Dios hace, hermano porque murmuras cuando no estás de acuerdo con lo que el pastor hace o con los que elige para determinado ministerio? ¿No te da miedo? ¿Airar a Jehová? ¿No te da temor tentar al escogido de Dios?
A veces escuchamos la voz de Dios por medio del pastor o del predicador, y los menospreciamos, como menosprecio el pueblo de Israel el mana de los cielos, porque murmuramos, por qué no somos humiles y mansos, al corazón contrito y humillado no despreciaras tu oh Dios, cuántas bendiciones hemos perdido de parte de Dios por estar con esa actitud tan
Negativa, porque no dejamos que el señor nos hable aprendamos a hacer obedientes y aceptar la palabra de Dios con gozo, ¡y veremos descender mana del cielo!!!!!! Grandes porciones para nuestra vida y estoy segura que el gozo vendrá, y se irán los problemas, las tristezas, las enfermedades, el estrés y esa voz que penetra al alma trayendo bendición y salud nos saturara de su unción ¡aleluya! Cambiemos esa actitud de arrogancia y dejemos que el señor nos envuelva con su espíritu de amor.
Nm11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
que maravilloso que enorme reconocimiento y tomare de tu espíritu que está en ti y pondré en ellos ¡aleluya ¡ de la unción que está en ti, la daré a ellos de esa visión que está en ti, que yo te he dado ¡aleluya!, ese espíritu de búsqueda de oración, de mansedumbre, esa visión que está en mi pastor, señor ponla en mí. déjate moldear por el señor, Déjate guiar por el señor, crece en el señor busca de su unción porque él te necesita, el mundo gime de dolor de desesperación, ayudemos a nuestro pastor, en la iglesia, no lo dejemos solo; la carga es grande para él
y para su ayudante, preparémonos para ayudar en la obra del señor, ayudemos a vigilar el rebaño, bajo la unción del espíritu de Dios, para ayudar al débil, al caído, al necesitado, ¡aleluya!, colaboremos en la viña en la causa del señor, la biblia dice que Dios dio, a los levitas, como dones a Aarón.

NM 8:19 Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.
el tabernáculo era sombra de lo que había de venir, representaba todo el proyecto que Dios tenia para la humanidad y hoy por los levitas estamos nosotros;
Somos real sacerdocio nación santa pueblo adquirido por Dios. Rindamos nuestra vida a los pies del salvador y señor Jesucristo, que el haga con nosotros , lo que él quiera pero rindámonos postrándonos a sus pies, el llama a lo que no es como si fuera, nosotros somos sus ministros , sus sacerdotes, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciemos sus virtudes, vamos a deleitarnos con el mana del cielo, que su espíritu se derrame hoy en nuestros corazones, no busquemos mana fuera de Dios ¡No!, el mama de vida se encuentra en él, no busques nada afuera, el señor es sabio, no busques imitaciones mundanas que no tienen el sello de Dios, busca en su presencia en el rescoldo de su altar busca su sabiduría, su ayuda su protección su fortaleza y él te va a llenar de él, de su presencia, no tenemos que buscar nada afuera, si el que está con nosotros es el maestro, el rey de reyes, el sabio, Dios eterno y verdadero por los siglos de los siglos aleluya!!!!!.
 Busquemos de Dios, somos sus primogénitos y cuando oigamos su voz, si estamos vivos, volaremos hacia él y si estamos muertos, resucitaremos primero.

Esto es maravilloso esa esperanza de gloria, no hay porque estar tristes, no señor, con nosotros está el poderoso gigante y el preparara nuestros pies, como de sierva para que podamos remontarnos en los lugares más altos y nos preparara alas como águilas para volar más alto, con vigor, con mucha fuerza, no hay porque temer si Jesús está con nosotros. Sirvámosle que él se sienta agradado con nuestro trabajo.