22/01/2016 - 615 am
EL ESPÍRITU QUE ESTA EN TI.
Nm11:1 Aconteció que el pueblo se quejó a
oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego
de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.
11:2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y
Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.
11:3 Y llamó a aquel lugar Tabera
["incendio"], porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
11:4 Y la gente extranjera que se mezcló con
ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y
dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
11:5 Nos acordamos del pescado que comíamos
en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y
los ajos;
11:6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada
sino este maná ven nuestros ojos.
11:7 Y era el maná como semilla de culantro,
y su color como color de bedelio.
11:8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y
lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de
él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.
11:9 Y cuando descendía el rocío sobre el
campamento de noche, el maná descendía sobre él.
11:10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por
sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió
en gran manera; también le pareció mal a Moisés.
11:11 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has
hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto
la carga de todo este pueblo sobre mí?
11:12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo
engendré yo, para que me digas: ¿Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al
que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?
11:13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar
a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.
11:14 No puedo yo solo soportar a todo este
pueblo, que me es pesado en demasía.
11:15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te
ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi
mal.
11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme
setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del
pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y
esperen allí contigo.
11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo,
y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la
carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
11:18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana,
y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién
nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os
dará carne, y comeréis.
11:19 No comeréis un día, ni dos días, ni
cinco días, ni diez días, ni veinte días,
11:20 sino hasta un mes entero, hasta que os
salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová
que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué
salimos acá de Egipto?
11:21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil
de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne,
¡y comerán un mes entero!
11:22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y
bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para
que tengan abasto?
11:23 Entonces Jehová respondió a Moisés:
¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o
no.
11:24 Y salió Moisés y dijo al pueblo las
palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo,
y los hizo estar alrededor del tabernáculo.
11:25 Entonces Jehová descendió en la nube, y
le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta
varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.
11:26 Y habían quedado en el campamento dos
varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó
el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al
tabernáculo; y profetizaron en el campamento.
11:27 Y corrió un joven y dio aviso a Moisés,
y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.
11:28 Entonces respondió Josué hijo de Nun,
ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.
11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos
por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su
espíritu sobre ellos.
11:30 Y Moisés volvió al campamento, él y los
ancianos de Israel.
11:31 Y vino un viento de Jehová, y trajo
codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado,
y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la
faz de la tierra.
11:32 Entonces el pueblo estuvo levantado
todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices;
el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo
alrededor del campamento.
11:33 Aún estaba la carne entre los dientes
de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el
pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.
11:34 Y llamó el nombre de aquel lugar
Kibrot-hataava ["tumbas de los codiciosos"], por cuanto allí
sepultaron al pueblo codicioso.
11:35 De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot,
y se quedó en Hazerot
cuando Dios nos toca, somos apartados para él, él nos
cambia desde la coronilla hasta la punta del dedo gordo, y si nos dejamos
moldear por el en nuestro carácter y temperamento entonces vamos hacer vasos útiles
en sus manos para cualquier ministerio. Dios le dice a moisés Nm 11:16 reúneme setenta varones de los ancianos
de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y
tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. ¡que tú conoces que ya los tienes identificado! porque el
pastor conoce a sus ovejas, que buscan de Dios, que son hombres preparados
dispuestos a servir. Dios le dice a Moisés escógeme esos hombres que tú
conoces, y yo los apruebo yo los inscribo, yo les pongo de mi espíritu y dos de
ellos no vinieron al lugar que se le indico y Dios los confirmo, dándoles de su
espíritu solo porque moisés los había escogido y a Josué en
Nm 11:28 no le agrado, entonces respondió Josué
hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés,
impídelos.
11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos
por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su
espíritu sobre ellos. ¿Dios aprueba lo que el
pastor o el hombre de Dios hace, hermano porque murmuras cuando no estás de
acuerdo con lo que el pastor hace o con los que elige para determinado
ministerio? ¿No te da miedo? ¿Airar a Jehová? ¿No te da temor tentar al
escogido de Dios?
A veces escuchamos la voz
de Dios por medio del pastor o del predicador, y los menospreciamos, como
menosprecio el pueblo de Israel el mana de los cielos, porque murmuramos, por
qué no somos humiles y mansos, al corazón contrito y humillado no despreciaras
tu oh Dios, cuántas bendiciones hemos perdido de parte de Dios por estar con
esa actitud tan
Negativa, porque no
dejamos que el señor nos hable aprendamos a hacer obedientes y aceptar la
palabra de Dios con gozo, ¡y veremos descender mana del cielo!!!!!! Grandes porciones
para nuestra vida y estoy segura que el gozo vendrá, y se irán los problemas,
las tristezas, las enfermedades, el estrés y esa voz que penetra al alma
trayendo bendición y salud nos saturara de su unción ¡aleluya! Cambiemos esa actitud
de arrogancia y dejemos que el señor nos envuelva con su espíritu de amor.
Nm11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo,
y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la
carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
que maravilloso que
enorme reconocimiento y tomare de tu espíritu que está en ti y pondré en ellos ¡aleluya
¡ de la unción que está en ti, la daré a ellos de esa visión que está en ti,
que yo te he dado ¡aleluya!, ese espíritu de búsqueda de oración, de mansedumbre,
esa visión que está en mi pastor, señor ponla en mí. déjate moldear por el señor,
Déjate guiar por el señor, crece en el señor busca de su unción porque él te
necesita, el mundo gime de dolor de desesperación, ayudemos a nuestro pastor,
en la iglesia, no lo dejemos solo; la carga es grande para él
y para su ayudante, preparémonos
para ayudar en la obra del señor, ayudemos a vigilar el rebaño, bajo la unción
del espíritu de Dios, para ayudar al débil, al caído, al necesitado, ¡aleluya!,
colaboremos en la viña en la causa del señor, la biblia dice que Dios dio, a
los levitas, como dones a Aarón.
NM 8:19 Y yo he dado en don los levitas a Aarón
y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de
los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de
Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos
de Israel al santuario.
el tabernáculo era sombra
de lo que había de venir, representaba todo el proyecto que Dios tenia para la
humanidad y hoy por los levitas estamos nosotros;
Somos real sacerdocio nación
santa pueblo adquirido por Dios. Rindamos nuestra vida a los pies del salvador
y señor Jesucristo, que el haga con nosotros , lo que él quiera pero rindámonos
postrándonos a sus pies, el llama a lo que no es como si fuera, nosotros somos
sus ministros , sus sacerdotes, nación santa, pueblo adquirido por Dios para
que anunciemos sus virtudes, vamos a deleitarnos con el mana del cielo, que su espíritu
se derrame hoy en nuestros corazones, no busquemos mana fuera de Dios ¡No!, el mama
de vida se encuentra en él, no busques nada afuera, el señor es sabio, no
busques imitaciones mundanas que no tienen el sello de Dios, busca en su presencia
en el rescoldo de su altar busca su sabiduría, su ayuda su protección su
fortaleza y él te va a llenar de él, de su presencia, no tenemos que buscar
nada afuera, si el que está con nosotros es el maestro, el rey de reyes, el
sabio, Dios eterno y verdadero por los siglos de los siglos aleluya!!!!!.
Busquemos de Dios, somos sus primogénitos y cuando
oigamos su voz, si estamos vivos, volaremos hacia él y si estamos muertos,
resucitaremos primero.
Esto es maravilloso esa
esperanza de gloria, no hay porque estar tristes, no señor, con nosotros está
el poderoso gigante y el preparara nuestros pies, como de sierva para que
podamos remontarnos en los lugares más altos y nos preparara alas como águilas
para volar más alto, con vigor, con mucha fuerza, no hay porque temer si Jesús está
con nosotros. Sirvámosle que él se sienta agradado con nuestro trabajo.